La hipótesis pretende demostrar que las alucinaciones son un continuo de las experiencias conscientes , incluyendo las ensoñaciones, las imaginaciones vívidas y los sueños.
Los resultados nos muestran que las personas con experiencias alucinatorias presentan mayor imaginación vívida que las que no tienen estas experiencias.
López, R. (1996). Alucinaciones en población normal: Influencia de la imaginación y de la personalidad.8 (2) pp 269-278 Psicothema. Oviedo: Universidad de Oviedo.